En relación a nivel físico: Alineamiento, tonificación y relajación, bajar el nivel de cortisol y adrenalina para generar endorfinas, en especial la oxitocina, la hormona del bienestar.
A nivel sensorial: Reconocer cómo nos sentimos en nuestro diario vivir, y que vivir en el malestar no es natural, es una contradicción biológica.
A nivel emocional: Aprender a movernos en el mundo con confianza, respeto por uno mismo y los demás.
A nivel explicativo: Comprender que el mundo lo generamos nosotros mismos desde nuestra percepción y que podemos pasar de la competencia a la colaboración (Dejar el esfuerzo y pasar a la fluidez)
A nivel funcional: Aprender a recuperar la movilidad orgánica para movernos de forma natural, dejando la tensión y exigencia. Es clave la experiencia de armonía jugando en el presente continuo cambiante.